Tras hacer un repaso a los preparativos y consejos previos y detenernos en la preboda y la preceremonia, continuamos con nuestro especial sobre fotografía de bodas con la ceremonia, el momento cumbre de cualquier acontecimiento de este tipo. Y lo es tanto para los novios como para el fotógrafo que, como venimos contando, afronte el reto de cubrir por primera vez un reportaje nupcial.
En esta tercera entrega vamos a hablar de todas las fotos que se desarrollarían en el lugar donde se va a producir la ceremonia nupcial, incluyendo las de antes y las de después del “gran momento”, los habituales retratos de grupo así como la sesión posterior dedicada a fotografiar en solitario a los recién casados.
Antes del gran momento
Siguiendo lo comentado en el reportaje anterior, nos situamos en el “día B” ya en el lugar del enlace, una vez hechas las fotos de los preparativos de los novios para el gran momento. Como dijimos, es importante llegar con tiempo al lugar del enlace, no ya para cubrir la llegadas de ambos contrayentes sino para hacer algunas tomas del lugar antes de que ocurra todo.
Llegados a este punto el fotógrafo ya debería conocer de sobra el sitio en el que se va a desarrollar la boda (porque has acudido antes para estudiar el lugar así como la iluminación), pero si no es así es obligado que dediques unos minutos a buscar las mejores ubicaciones desde las que hacer las fotos de la ceremonia.
Acto seguido, es el momento de hacer unas tomas previas del lugar, que en estos momentos debería estar vacío, tanto planos generales de situación como detalles de la decoración. Los anillos de los futuros esposos (si es que están a la vista), la decoración floral, posibles rótulos alusivos al enlace y otros detalles pueden parecer fotos secundarias, pero serán un gran apoyo para incluirlas en un posible fotolibro o vídeo nupcial, y además muy probablemente se convertirán en un recuerdo muy apreciado por los novios que, seguramente, no tendrán tiempo de fijarse en estos pequeños detalles.
Esta fase previa también es un buen momento para empezar con algunos retratos familiares y fotos de ambiente, aunque conviene no distraerse demasiado y hay que estar muy pendiente del momento en que lleguen los novios al lugar del enlace. Estas fotos previas deberían estar acordes con el estilo elegido entre los novios y el fotógrafo, así que dependiendo de esto deberían ser más o menos formales. De este modo, el fotógrafo podría desde buscar retratos convencionales hasta ponerse en el papel de un “fotoperiodista de boda” buscando la espontaneidad del momento. Lo ideal, tal y como decíamos en la primera entrega, es que haya dos fotógrafos en la boda que se encarguen cada uno de ellos de una de estas facetas.
El siguiente momento clave de esta fase sería la llegada de los novios, especialmente de la novia (en enlaces heterosexuales convencionales). Aquí lo usual es captar a la novia saliendo del coche y quizá hacer un retrato previo de ella junto al padrino antes de entrar en el lugar de la ceremonia, algo que probablemente habremos hecho antes con el novio.
Si el estilo de la boda en cuestión entra en el terreno de lo documental y la labor del fotógrafo es reflejar lo que ocurra sin intervenir en ello, éste deberá estar muy atento a todo para colocarse en el lugar adecuado donde hacer buenas fotos y ser rápido al disparar; si no es el caso, y el fotógrafo va a manejar de algún modo los acontecimientos, pidiendo a los protagonistas que posen o se coloquen de determinada manera para las fotos, es el momento de empezar a imponerse.
En esta fase por ejemplo, puede que la “salida del coche” no haya dado lugar a unas fotos muy estéticas así que, si es necesario, se les puede pedir que vuelvan a sentarse en el vehículo y lo repitan con más calma, o que directamente posen de alguna forma más favorecedora.
De hecho, sea cual sea el caso, tal y como nos decía un lector en los comentarios de la primera entrega, también es importante que el fotógrafo se haga respetar. Si es tu caso, piensa que ahora tú eres el fotógrafo oficial y eso implica que no tienes que quedarte en tu sitio (como harías siendo un invitado más) sino que debes buscar el mejor lugar para las fotos. Eso sí, siempre procurando no molestar ni a los novios, los auténticos protagonistas, ni a la persona que oficia el enlace. La virtud, como decía Aristóteles, está siempre en el punto medio así que, aunque no sea sencillo, debes procurar estar siempre en el mejor sitio pero al mismo tiempo moverte de forma sigilosa y prudente para tratar de pasar desapercibido.
Lista de ideas para este momento
- Plano general del lugar de la ceremonia completamente vacío
- Foto de los anillos en el lugar
- Cartel donde aparezca el nombre el lugar (si procede)
- Imágenes de los adornos florales
- Foto del altar o similar
- Detalles de programas o elementos decorativos
- Primeros retratos familiares
- Fotos de la llegada de ambos novios
- El novio esperando a la novia en el altar (o similar)
- Novia y padrino preparados para entrar
Comienza la ceremonia
Ha llegado el momento más importante en el que el fotógrafo debe estar más atento, evitando despistarse porque esto podría provocar que se perdiera algún instante clave que no se puede repetir. Y es que, incluso aunque los novios le hayan dado al fotógrafo la potestad de dirigirles a la hora de hacer fotos, casi con toda probabilidad en este momento el mando lo tendrá la persona que oficia la ceremonia (sea un cura, un juez, etc.).
Como sabéis, cada ceremonia tiene algunos momentos imprescindibles que hay que capturar sí o sí. Por ello no sólo hay que estar muy atento, sino que se debería conocer previamente el guión de lo que va a ocurrir para que sea más sencillo no perderse algunos de los momentos clave del desarrollo.
Saber lo que va a producirse nos permitirá de algún modo coreografiar nuestra cobertura, y decidir si esperar a medio camino la llegada de la novia para poder hacer alguna foto desde su espalda (por ejemplo enfocando a la cara del novio que espera en el altar) o poder dedicar, con suerte, algunos minutos a hacer tomas de contexto (como un plano general del lugar con todos los invitados presentes). Igualmente, quizá sea posible aprovechar algún “tiempo muerto” para, por qué no, situarse ante los novios y captar algún retrato espontáneo durante la ceremonia.
Como decíamos antes, el fotógrafo no debe convertirse en protagonista ni estorbar, pero esto no significa que tenga que estar inmóvil. Lo suyo es buscar distintos ángulos de toma e intentar ser creativo, pero en ningún caso debería ser intrusivo en lo que está ocurriendo y sí limitarse, ahora más que nunca, a ser un testigo privilegiado con la misión de documentar el momento.
Para ello será muy útil utilizar un teleobjetivo que evite tener que estar demasiado cerca para captar determinados detalles. Aunque si tienes que acercarte procura hacerlo rápido, sin obstaculizar la vista de nadie (recuerda que hay gente asistiendo a la ceremonia que no quiere perderse nada) y estorbando lo justo.
A la hora de captar los instantes clave, deberías asegurarte de disparar en ráfaga para poder capturar varias tomas de cada escena. Piensa que nada te asegura que en un momento clave uno de los novios cierre los ojos o ponga alguna expresión poco favorecedora (recuerda que todo el mundo quiere salir guapo en las fotos), de modo que hacer varias tomas permite elegir a posteriori y quedarse con el mejor resultado.
Piensa también que el momento de la puesta de anillos, el del primer beso una vez casados, y cualquiera de los otros instantes clave que se producen en una boda (dependiendo de cómo sea ésta, y de si es civil o religiosa en cualquiera de las muchas creencias existentes), deben quedar capturados de forma inexcusable. Y además nos pedirán que sus protagonistas aparezcan guapos… Ya advertimos al principio de este especial que ser fotógrafo de bodas no era un trabajo sencillo ¿no es cierto?
De temas técnicos ya hablamos largo y tendido en la primera entrega, pero vamos a comentar brevemente algunos aspectos sobre la iluminación porque, seguramente, la ceremonia será el momento más complicado de todo el reportaje en este sentido. De hecho, como sabrás, en bodas convencionales que se desarrollan en una iglesia lo normal es que el fotógrafo tenga muy poca luz para trabajar.
Por ello lo usual es emplear un flash externo, que nos asegura una fuente de luz suficiente aunque, como dijimos, debemos evitar que el fogonazo resulte excesivo por lo que tendremos que recurrir o bien a un difusor o bien al flash de rebote (siempre que el techo no sea demasiado alto y lo permita). Así que pierde el miedo a utilizar el flash pero siempre haciendo antes pruebas para asegurarte de que lo que vas a hacer es lo más adecuado.
Si la luz va a ser suficiente y nuestra cámara nos permite tirar de ISO con garantías, aprovéchalo porque la luz natural siempre será más previsible y nos ofrecerá resultados menos artificiales. Además, si usamos un objetivo luminoso y abrimos el diafragma podemos jugar con los desenfoques para difuminar los fondos y lograr bonitos efectos. Eso sí, en los momentos clave ten cuidado de que la profundidad de campo sea suficiente para que la foto sea correcta.
Por otro lado, a la hora de medir la luz es importante tener cuidado de no quemar el vestido de la novia (por supuesto hablamos del típico vestido blanco), así que mejor subexponer un poco disparando en RAW para poder recuperar los detalles del vestido a posteriori. Otros consejos para este momento: enfoca siempre a los ojos, ten cuidado con el fondo de las imágenes (procurando que no distraiga de lo principal) y busca nuevas perspectivas para lograr tomas diferentes.
Por último, precisamente porque en esta parte no puedas incidir en los acontecimientos, trata de que tus fotos cuenten una historia, la de la boda, y busca los instantes de complicidad de los novios y los momentos emotivos que luego se convertirán en recuerdos inolvidables para ellos.
Una ceremonia desenchufada
Con la popularidad de la fotografía y de los móviles es posible que te encuentres con que un montón de invitados se afanan por hacer fotos estorbándote mientras intentas hacer tu trabajo por encargo de los novios. Ya sea por utilizar un flash que moleste las tomas “oficiales” o bien por estorbar físicamente en el camino al querer acercarse o colocarse cerca de los novios, los invitados pueden convertirse en toda una pesadilla para el fotógrafo.
Si eres un invitado piensa que estás allí para acompañar a los novios en su gran día y disfrutar del momento, y ten en cuenta que el fotógrafo está trabajando y que su misión es tomar imágenes que hagan inolvidable el momento para los novios, así que no estorbes y procura ayudarle y respetarle. Si eres el fotógrafo y ves que alguien te molesta excesivamente dirígete a él y pídele con buenas maneras, pero con firmeza, que te deje trabajar. Si eres el novio o novia considera la posibilidad de hacer una “boda desenchufada”; esto es, pedirles a los asistentes de antemano que desconecten sus móviles o, mejor aún, que los dejen en algún lugar situado a la entrada del recinto. Es una tendencia de moda en auge en las bodas más modernas y puede dar un toque de originalidad a la tuya.
Lista de fotos imprescindibles en la ceremonia
- El novio esperando a la novia
- Entrada de la novia y padrino
- El novio mirando a su futura esposa que llega por el pasillo
- El momento en que los novios se encuentran por primera vez
- Plano general de la ceremonia desde la parte de atrás
- Foto de los novios y padrinos en primer término con todos los invitados a su espalda
- Retrato de las damas de honor y padrinos (si es el caso)
- Novia y Novio mirándose de frente
- Foto de quien oficia la ceremonia
- Retratos de las personas que hablen, cantantes o músicos
- Fotos de la entrega de anillos
- Entrega de arras, comunión, etc (según sea el tipo de boda)
- El primer beso
- Primer retrato de los recién casados mirando a los asistentes
- Foto de los asistentes aplaudiendo (si es el caso)
- Fotos de los novios saliendo
- Salida de todos los asistentes
Inmediatamente después de la ceremonia
Terminó el momento más importante para los novios, que ahora son recién casados, y llega uno que suele ser complicado para el fotógrafo por el ajetreo que supone y porque muchas veces no está lo suficientemente planificado. Suele ser habitual que los asistentes intenten acercarse a felicitar a los novios y pretendan fotografiarse junto a ellos y muchas veces también surgen las dudas de si se van a realizar retratos de familia en ese mismo lugar o si éstas se van a hacer en otro sitio.
Por eso es importante que todo esto esté planeado con antelación para evitar las dudas y los típicos despistes del momento. Lo que sí recomendaríamos es invitar a la gente en general a que no se arremoline y espere a los novios a la salida del lugar de la ceremonia y que, si se realizan fotos de familia, se limiten a los más cercanos y sólo se hagan las fotografías que estén planificadas (una vez más aconsejamos hacer una lista previa para que no se olvide a nadie).
Además de los posibles retratos seguramente haya que realizar algunas tomas adicionales como las felicitaciones de los más cercanos y las de los novios y los testigos firmando, imágenes para las que, una vez más, el fotógrafo debe estar muy atento y, en el segundo caso, conocer con antelación lo que va a suceder.
Y así llegamos a uno de los momentos quizá más fotogénicos en las bodas convencionales, cuando los novios salen del lugar de la ceremonia y reciben el cariño de los asistentes arrojándoles, tradicionalmente, algún elemento como arroz, pétalos florales, confeti o cualquier otra cosa. Este es otro momento crucial que el fotógrafo debería reflejar y en el que se pueden conseguir imágenes bastante llamativas y emocionantes. Así que, si eres el fotógrafo, busca un buen sitio y abusa de la ráfaga de tu cámara.
Si además cuentas con el apoyo de otro fotógrafo sería ideal que esta “segunda unidad” saliera detrás de los novios porque nunca se sabe dónde va a estar la perspectiva ideal. Así, una foto desde detrás de los novios y con toda la gente aclamándoles a veces puede convertirse en una buena toma (como en el caso de esta foto que tenéis abajo).
A continuación seguramente se producirá otro momento de barullo en el que la gente se arremolinará alrededor de los novios para felicitarles y probablemente quiera fotografiarse con ellos. Aquí es el momento, una vez más, de seguir el plan marcado: Si se decidió que el fotógrafo se va a limitar a documentar el momento deberías captar lo que ves sin intervenir lo más mínimo, buscando retratar la emoción y la espontaneidad del instante; si se ha decidido que es el momento de realizar retratos de familia y amigos, el profesional tiene que ponerse manos a la obra (lo explicamos en el siguiente párrafo).
En esta fase es posible que ya no tengas que emplear el flash porque haya mejor luz, pero tal y como te dijimos en el post sobre consejos generales, no deberías desdeñar el uso del flash de relleno para aquellas fotografías de exteriores en las que pueda aportar un plus de brillantez a las imágenes.
Retratos de familia
Como decíamos, habrá un momento en el que tengas que realizar esos inevitables retratos de los novios con familia y amigos que pueden convertirse en un desafío. Si no has realizado estas fotos dentro del lugar donde se ha realizado la ceremonia, será ahora el momento de sacar la lista de fotos imprescindibles. Piensa que son momentos únicos e irrepetibles y que si se os olvida (a los novios y a ti) hacer esa foto con no se qué parte de la familia puede que no os lo perdonen nunca.
Esta fase de la boda puede ser muy estresante para cualquier fotógrafo por la gran cantidad de gente que participará y seguramente pondrá a prueba tu paciencia y tus dotes para manejar grupos de gente. Piensa que es posible que muchos invitados se dirijan a ti pidiéndote una foto con los novios, o que muy posiblemente, cuando estés haciendo una foto de grupo alguien salte con un “¿y el tío Fulano? ¿Dónde se ha metido? ¡Qué alguien lo busque que hay que hacerse la foto de familia!“.
Esto de que alguien se despiste o desaparezca por arte de magia justo en el momento que debería estar haciéndose la foto es muy habitual y pone a prueba a cualquier fotógrafo. Para evitarlo, lo mejor es llevarlo todo preparado, dirigir a la gente con firmeza (pero con la mejor de tus sonrisas) y contar con la ayuda de alguien. Normalmente lo suyo es que sea algún hermano o hermana de los novios que se convierta en nuestro cómplice para organizar a la gente, con la ventaja de que esa persona conocerá a la familia y sabrá quién es el que debe salir en cada foto.
En cualquier caso, si eres el fotógrafo ten mucha paciencia, ve preparado para todo y trata de asegurarte de que todo el mundo sale con los ojos abiertos, sobre todo los novios (recuerda, los verdaderos protagonistas), así que haz varias tomas por cada grupo para no arriesgarte. Además, elige con cuidado el sitio para la foto de forma que el fondo no estorbe o no haya elementos disonantes que estropeen la toma (como en la foto de abajo).
En este tipo de fotos no habrá lugar para mucha creatividad, pero siempre se pueden planificar tomas divertidas o interesantes, aunque desde luego improvisar no es la mejor receta y este tipo de fotografías quizá haya que reservarlas para un momento posterior. Por último, además de los diferentes grupos que retrates, también sería interesante hacer una foto con todos los invitados al evento, aunque esto sólo será posible si no son demasiados y si logras que todos se sitúen juntos para captarlos en una sola toma.
Las fotos familiares que no debes olvidar
- Novios con los padrinos
- Novios con los padres de uno, del otro, y con los cuatro
- Novios con los abuelos de uno y del otro
- Novios con sus hijos (si es el caso)
- Novios con la familia más cercana (padres y hermanos) por ambas partes
- Novios con toda la familia por ambas partes
- Novios con los amigos de uno, otro y todos juntos
Una sesión íntima
Superados (esperamos que con éxito) los retratos familiares, lo habitual es que el fotógrafo y los novios realicen una sesión especial para captar las primeras fotos de pareja ya como recién casados. Se trata de una sesión normalmente privada, y más relajada, en la que, como mucho, asisten también los familiares más allegados pero en la que los novios vuelven a ser los protagonistas absolutos de las imágenes.
Esta sesión (que sirve también para dar tiempo a los invitados a que se desplacen hasta el lugar donde se va a llevar a cabo la celebración) puede realizarse in situ en el lugar donde se ha oficiado la ceremonia, en el que se va a celebrar el convite o directamente en un sitio diferente elegido previamente por sus características. Por ejemplo suele ser común elegir un parque cercano que sea bonito y pueda servir de escenario adecuado para unas imágenes entre las que, posiblemente, salga el retrato que los novios enmarquen y coloquen en el salón de su casa.
En cualquier caso ni que decir tiene que todo debe estar planificado de antemano, entre otras cosas para que la sesión no se alargue demasiado y hagamos esperar mucho a la gente. Será el momento para retratar la emotividad de unos novios que deberían estar radiantes de contentos y de lograr unas fotos espectaculares.
En este punto la climatología puede ayudarnos, por ejemplo con un espectacular atardecer, pero nos ayudará aún más tener una lista de ideas sobre las fotografías a realizar siempre siguiendo las directrices fijadas entre el fotógrafo y los novios para definir el estilo de la boda. Así, lo suyo es seguir de algún modo con el trabajo que hicimos en la preboda, haciendo fotos que tengan un look similar aunque cambie el entorno y el vestuario.
Que las tomas sean más creativas, o se limiten a poses más convencionales, dependerá de lo que se haya decidido de antemano pero aquí el fotógrafo deberá dar el do de pecho y ser capaz de sacar lo más guapos posible a los recién casados. Para ello recomendaríamos tirar de ráfaga (para obtener muchas tomas entre las que elegir), buscar un fondo adecuado (que podemos mejorar procurando que quede ligeramente desenfocado para otorgar el máximo protagonismo a los novios), no olvidarse de los detalles (habrá cosas nuevas como las manos con los anillos de recién casados) y, sobre todo, buscar la emotividad del momento.
Y con esto hemos llegado al final por esta vez, deseando como siempre que haya sido útil para quien quiera iniciarse como fotógrafo de bodas. Y como siempre también os emplazamos a que aportéis vuestras propias ideas y comentarios al respecto.
En Xataka Foto | Guía completa para iniciarse en la fotografía de bodas (I): Preparativos y consejos previos y (II): La preboda y la preceremonia
Foto de portada | Tom Pumford